Somos personas, de carne y huesos, podemos cometer fallos, rectificarlos, equivocarnos, sentir, odiar, querer, frustrar, temer, reír, disfrutar y seguir siendo seres humanos haciendo las tonterías más grandes que se han hecho jamás. Somos iguales siendo diferente, hablamos por hablar y hablamos por alguna causa, nos reímos de los errores o de su rectificación. No te asustes si lloro, sólo serán unas cuantas lágrimas que me recorrerán la cara y se quedarán para siempre marcadas, pero no hay problema, con una sonrisa se van las cicatrices. Cometemos estupideces sabiendo que las cometemos, pero no nos importa, otro día ya nos pararemos a pensar en lo mal que lo estamos haciendo en la vida, en las cosas patéticas que hacemos y brindar por las que nos quedan por hacer. Somos seres humanos, no máquinas perfectas que hacen todo el trabajo que nosotros nunca podríamos hacer en cuestión de segundos.